Mendoza da la mano a Lucas Alcaraz en su presentaciónOtro paso más hacia la normalidad. Lucas ha sido presentado a la plantilla y desde hace unas horas ya ejerce en el Recre el mejor entrenador que ha tenido en su larguísima historia. Y tras su llegada las reacciones de la gente. He podido observar a través de la calle que un 90% de la afición ha visto con buenos ojos la llegada de Lucas. La decisión del cese de Zambrano y contratación de Alcaraz la tomó el consejo a raíz de serias consultas con el entorno albiazul. No crean ustedes que cuando un presidente y su consejo cesan a un entrenador y contratan a otro lo hacen por mero capricho. Las decisiones importantes son más meditadas de lo que usted cree. La pareja Dumois-Mendoza toma la decisión porque han tocado opiniones diversas a través de conversaciones con secretario técnico y jugadores de confianza. Aunque desde luego viendo la línea descendente del equipo y los continuos desastres poco había que consultar. Un ciego habría visto la línea deteriorada del equipo. Un neófito en el mundo del fútbol ha podido ver que el equipo iba de mal en peor. Pero aún así, la decisión de cese la toma el consejo cuando el consenso llega por parte de todas las personas del entorno.
No me han oído utilizar la palabra injusticia en este asunto porque también mi opinión sobre el cambio radical la había concensuado con gente de futbol. Pienso que había que hacer algo y no había otra forma de actuar para cambiar la dinámica de un equipo que iba a la deriva.
Desde la calle usted verá todo diferente porque no tiene el acceso a la información que tenemos los medios de comunicación, preocupado diariamente en indagar y concensuar con otras personas las cosas que vemos. Tal vez por eso se produzcan opiniones de lectores y oyentes confusas que raya el esperpento. Digo que el ciudadano de a pie no tiene datos para acusar sin pruebas. Y por oír he oído que a Lucas lo ha nombrado el alcalde. He oído que el presidente del club cobra diez millones de pesetas al año. He oído que Oscar Arias no quería a Lucas Alcaraz ni en pintura. He oído que Lucas se llevará 200 millones de pesetas. He oído barbaridades que los que estamos cerca de la información nos ponemos las manos en la cabeza al oír esas cosas cuando sabemos que es mentira. Porque una cosa es opinar sobre un mal partido, sobre un error en el fichaje de un jugador, sobre un planteamiento, y otra cosa es hacer acusaciones sin pruebas. Pero es fácil coger el teléfono y acusar sin más. Por lo tanto déjenme recomendarles que cuando llame a una radio o una televisión mediten lo que dicen antes de lanzarlo. No podemos acusar sin pruebas a alguien por el simple hecho de oír un comentaría en un bar a través de la voz de personas que han injerido la primera cosecha de Cruzcampo.
No me han oído utilizar la palabra injusticia en este asunto porque también mi opinión sobre el cambio radical la había concensuado con gente de futbol. Pienso que había que hacer algo y no había otra forma de actuar para cambiar la dinámica de un equipo que iba a la deriva.
Desde la calle usted verá todo diferente porque no tiene el acceso a la información que tenemos los medios de comunicación, preocupado diariamente en indagar y concensuar con otras personas las cosas que vemos. Tal vez por eso se produzcan opiniones de lectores y oyentes confusas que raya el esperpento. Digo que el ciudadano de a pie no tiene datos para acusar sin pruebas. Y por oír he oído que a Lucas lo ha nombrado el alcalde. He oído que el presidente del club cobra diez millones de pesetas al año. He oído que Oscar Arias no quería a Lucas Alcaraz ni en pintura. He oído que Lucas se llevará 200 millones de pesetas. He oído barbaridades que los que estamos cerca de la información nos ponemos las manos en la cabeza al oír esas cosas cuando sabemos que es mentira. Porque una cosa es opinar sobre un mal partido, sobre un error en el fichaje de un jugador, sobre un planteamiento, y otra cosa es hacer acusaciones sin pruebas. Pero es fácil coger el teléfono y acusar sin más. Por lo tanto déjenme recomendarles que cuando llame a una radio o una televisión mediten lo que dicen antes de lanzarlo. No podemos acusar sin pruebas a alguien por el simple hecho de oír un comentaría en un bar a través de la voz de personas que han injerido la primera cosecha de Cruzcampo.
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