El Recre, la pesadilla de Shuster

Shuster en un entrenamiento

Dícese del déspota que es una persona que abusa de su poder o autoridad. Saborio, es lo mismo que déspota pero dicho en huervano. Bernardo Shuster, dícese de un déspota con mal estilo aparte de la definición lingüística.
Shuster tiene las horas contadas como las tiene el juez Garzón tras su fracaso en el levantamiento de cadáveres. El Real Madrid tiene un señorío que jamás puede permitirse tener a un entrenador tan estúpido como el alemán. Aun ganado copas europeas seguidas jamás tendría yo en mi club a un tipo como este. Pero ya era así como jugador. Aislado del mundo, con mirada asesinas, con respuestas mal educadas, con un rostro, que si lo viese mi abuela no diría que es el espejo de cualquier alma noble. Este individuo no merece ser entrenador del Real Madrid.
Y no digo esto por su responsabilidad en un equipo que parece va a la deriva, dado que creo que el problema del Real Madrid está en la configuración de su plantilla, digo esto porque su forma de ser no tiene acceso a ese club grandioso.
Y será el decano del futbol español el que podría echarle del banquillo blanco. Y fue el Recre quien le robó un ascenso a Primera División cuando era entrenador del Xerez. Ahora la historia podría repetirse en similares términos. El Recre podría convertirse el próximo sábado en un club leyenda para el alemán.
Llegará el equipo de Alcaraz en el mejor momento para poder repetir la hazaña de diciembre de 2006. El 0-3 haría temblar los cimientos del Bernabeu con una pañolada que emularía las gradas de Las Ventas en un tarde memorable de José Tomas. Lucas Alcaraz ya está preparando el partido de manera especial al igual que preparó el del Barça. Un gran número de aficionados, un paquete de cámaras, unos micrófonos que aguardan la victoria del Recre podrían hacer de la noche informativa el reflejo prolongado de la noticia esperada y deseada por todos: el cese del alemán. Esto nos viene al pairo, pero esta consecuencia dejaría tres puntos en el casillero del Recreativo, que falta le hace. El noviembre negro llega al intermedio con la intención de no abrir el socavón que aparte al Recre de alcanzar la soga que le saque del descenso.