El adios de Alcaraz con billete de vuelta

Lucas Alcaraz dando instrucciones desde el banquillo

Lucas Alcaraz está ante sus tres últimos partidos de su segunda etapa como entrenador del Recreativo, el club con el que sin lugar a dudas ha logrado más éxitos dentro de su prolífica carrera deportiva, en la que ha entrenado a muchos otros equipos, como el Granada, Almería, Dos Hermanas, Racing, Xerez y Murcia. El granadino logró un ascenso a la elite con el Decano, al que además clasificó para disputar la única final de la Copa del Rey de su historia. Pero también en su currículum existe un descenso con el club albiazul, y ahora confía, de aquí al 31 de mayo, en escribir otra página exitosa con el conjunto onubense logrando la permanencia en Primera División. Una empresa que no va a ser nada fácil, pero que si la logra le permitiría despedirse sin lugar a dudas por la puerta grande, además de quitarse la espina que tiene clavada por no poder conseguir la salvación en la elite en la temporada 2002/03.
Alcaraz, que cumplirá 43 años el mes que viene, desembarcó en el Recreativo el pasado día 7 de octubre supliendo a un técnico de la casa, Manolo Zambrano, que fue destituido de manera fulminante en la sexta jornada tras la paliza que le endosó el Málaga por 0-4 al equipo onubense, que por entonces cayó a zona de descenso. El míster granadino, que venía siguiendo de cerca las evoluciones del Decano como comentarista de Canal Sur Radio, y que también le había visto en directo en algunos partidos de la pretemporada, aceptó la oferta albiazul en una negociación bastante rápida con el consejero delegado, Michael Dumois.
Y es que ambas partes parecían condenadas a entenderse. Alcaraz, que ya estuvo a punto de regresar al Recreativo en el verano del año 2005, quería volver a entrenar en la elite, y encima se le abría la posibilidad de hacerlo en un club al que le tenía un grandísimo aprecio. Y el Decano necesitaba a un técnico con carácter para dominar un vestuario que se le había ido de las manos a Manolo Zambrano. Y también a ambas partes les venía muy bien no establecer en el contrato del granadino ninguna cláusula por la que quedaría automáticamente renovado por un año más en el caso de lograr el objetivo de la permanencia. Y es que dada la confianza que existe entre personas como Alcaraz, Dumois, Mendoza o Arias, convinieron en que lo mejor era esperar a este verano para ver si era o no interesante la opción de negociar una renovación.
Y desde hace varias semanas hemos adelantado en Antena Huelva Radio que Alcaraz no será el técnico del Recreativo para la próxima temporada. Aunque sea capaz de lograr la salvación en las tres jornadas del campeonato que quedan, en las que se enfrentará al Numancia, Racing y Sporting, se desvinculará del Decano una vez que finalice su actual contrato, que expira el día 30 de junio. Aunque lógicamente el club onubense no es partidario de hacer ninguna declaración oficial al respecto hasta que no acabe el campeonato liguero el 31 de mayo, ya que el equipo se está jugando mucho y consideran que anunciar una noticia de tal envergadura sería perjudicial para el grupo.
La relación personal entre el técnico y los miembros del consejo de administración y de la dirección deportiva es bastante buena y cordial. Pero ambas partes creen que planificar un nuevo proyecto juntos sería demasiado arriesgado porque una parte de la afición recreativista no es partidaria de la continuidad de Alcaraz. Y en el Decano, como en la mayoría de los clubes, la voz popular tiene mucho peso. Ya en su día fue una de las claves de que Zambrano renovara (pese a que en el club no las tenían todas consigo, ni confiaban en el onubense), y ahora, aunque es cierto que los mandatarios están muy contentos con el trabajo del granadino, también la opinión de la grada va a ser una de las claves que van a inclinar la balanza para que el Recreativo vaya a apostar por fichar a otro técnico.
La cuestión, por lo tanto, ni mucho menos es económica, ni de descontento, ya que Alcaraz tampoco es un entrenador con una ficha muy alta. Ambas partes, no obstante, esperan cerrar su vinculación de manera mucho más afable que hace seis años. Y es que lógicamente un descenso siempre enturbia algo cualquier relación. Por eso todos confían en que el granadino va a marcharse por la puerta grande logrando la salvación. Su marcha y su buen trabajo según ha manifestado en diversas ocasiones los consejeros y los secretarios técnicos, le dejarán la puerta abierta a una tercera etapa, más acentuada si aún si logra la salvación.