Paco Amate dirigiendo el Recreativo infantil (Foto: J.L.Tenor)
No se habla de otra cosa en esta semana que de la renovación de Carlos Ríos. Incluso ayer un jugador con peso en el vestuario como Raúl Cámara, lo hizo en la tertulia de Antena Huelva Radio. No tengo la menor duda de que esto no se hará oficial hasta que el equipo no esté matemáticamente salvado. Y es que cada vez la renovación está mas cerca por los motivos explicados ayer en el editorial. Porque si a la inestimable ayuda de la clasificación, unimos que el presidente quiere a Ríos en el banquillo, la prensa quiere a Ríos en el banquillo y Peguero intuyo que quiere a Ríos en el banquillo, creo que sobra más comentarios para aseverar lo que será oficial en un mes.
Pero también ustedes se preguntará que si Ríos aceptaría la propuesta de renovación. Esta pregunta ya se la formulé hace unos días en la radio. Me contestó que entre el ramillete de ofertas que le lleguen, si es que llegan, una, dos varias o ninguna, la primera opción sería la del Recreativo. Porque Carlos es un tipo humilde con el que no existiría una problemática negociación.
Y como Julio Peguero asume al mando total en la parcela deportiva, a parte del primer equipo, también debe organizar la cantera.
En este sentido tengo mi opinión sobre el gran trabajo que han venido realizando los entrenadores de la base en estos años. Hombres que con un sueldo, y no todos, les permite sólo tomar café con ese emolumento. Pues bien, estos han venido desarrollando una labor en la que en alguna de ellas hemos visto a jugadores que anduvieron bajo sus órdenes y hoy están jugando en Primera División como es el caso de Molina en el Español. Paco Amate es el hombre que ha podido impulsar su carrera deportiva como la hizo con Fidel y Miguelito.
En este apartado Peguero debe medir muy bien los cambios si decide hacerlo. Creo que con Antonio Segovia en la dirección de cantera, la trayectoria ha sido buena, si bien su trabajo quedó condicionado con la llegada de Pablo Longoria y Alfonso Serrano cuando decidieron profesionalizar al equipo amateur. Aquí es dónde yo haría un cambio radical apostando por jugadores de Huelva como en aquel año 2002 cuando el filial no ascendió a Segunda B por un penalti fallado por Pedro Baquero. Aquel equipo de la mano de Manuel Juan Limón debe ser el reflejo de lo que ha de ser el equipo amateur de cara a la temporada 2011-2012.
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