La grada de animación celebra el gol de Caye (Foto. J.L.Tenor)
Los jugadores del Recre celebran el gol (Foto: J.L.Tenor)
Más
de cien días sin llevarnos una alegría al rostro. Y es que Huelva respira de otra
manera cuando el Recre gana. El rostro y las lágrimas de los recreativistas que
estuvieron en el Colombino, fue la fotografía del partido.
Con
la victoria ante el Racing, el recreativismo cierra la semana con dos buenas
noticias: la inyección económica que Gildoy y el Ayuntamiento mete en las venas
del Decano y la victoria que suponen seis puntos ante un rival directo.
Pero
el partido necesita de un profundo análisis que nos lleva a decir que nada se
ha logrado tras sumar tres puntos. La felicidad nunca es completa hasta no ser
prolongada. Cierto es que de no haber ganado, hoy el equipo estaría desahuciado
y condenado.
Las carencias
son manifiestas en el sentido ofensivo que el equipo no acaba de alcanzar. Una
primera parte que no supo a nada; en la segunda, sí que vimos a un Recre mejor.
La implicación de la plantilla es absoluta y así lo entiende con sus aplausos
los aficionados. Ante el Racing, 5.400 espectadores con un comportamiento
extraordinario. La afición está sabiendo estar a la altura. Ni un solo pito a jugadores,
técnico y palco cuando el equipo era colista en la primera parte. De alabar a los que sí saben estar siempre bien. No hay
otro camino que seguir por esta línea. Nos jugamos todos mucho.
Pavón
tiene claro que no le temblará el pulso a la hora de apostar por gente de la
cantera. Los chavales están sabiendo estar a la altura en este delicado momento.
El portero Rubén asume una responsabilidad en el peor momento de la temporada.
Esta sereno, tranquilo y transmitiendo calma a su defensa. Y ayer, Antonio Domínguez
demostró que quiere y puede estar en el once. A pierna cambiada creó problemas
al rival. Y para culminar el éxito de los canteranos, Caye Quintana tiene gol y
verticalidad. Su gol abre un nuevo camino a la ilusión. El Recre ante el Racing
jugó con cuatro canteranos más el entrenador de la cantera. No puede ser un equipo más onubense.
Se
ha ganado, y el puesto de la salvación no
es necesario mirarlo con prismáticos. Pero esta travesía será muy larga. Restan
15 partidos para acabar la liga y mínimo hay que ganar ocho partidos para
garantizar la permanencia. La de hoy ha sido una final ganada para seguir esperando
más finales. Si todo queda firmado esta semana con Hacienda, los jugadores
cobran y el equipo crece a partir esta victoria, el camino será algo más plácido
sin olvidar las dificultades que tendrá mantener la categoría.
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