Francisco Rubio, presidente del Numancia, atendiendo a Antena Huelva (Foto: J.L.Tenor)
Fue presentado el nuevo entrenador del Recre, José Domínguez. Nada nuevo que no supusiéramos. Y como todos los entrenadores que hemos conocido en los últimos años, viene con ilusión y ganas de trabajar.
No es una solución el cambio de entrenador, porque nada va a cambiar deportivamente hablando.
Pero si es un peaje pagado por el bien de la entidad, bienvenido sea.
Lo que verdaderamente preocupa ahora es saber quiénes serán los nuevos inversores, que supuestamente han nombrado al entrenador. Las apuestas se abren para intuir si son rusos, colombianos, portuguéses o vaya usted a saber.
Lo cierto es que sea quienes sean, el Recre necesita dinero para ayer.
Ya incluso se están preparando movilizaciones a través del Trust del Recre y que han sido anunciadas para la semana que viene si el club no pone al día a los jugadores y plantilla. Así lo manifestó ayer Narciso Rojas en la tertulia de Canal Luz TV.
Todos estamos muy preocupados por el futuro del Decano. Gildoy a demostrado su incapacidad económica para reflotar una empresa que ya estaba en ruina cuando llegaron. En la historia empresarial, jamás se ha escrito el reflote de una empresa si los inversores están tiesos. Este ha sido el gran error de planteamiento de Gildoy: venir a Huelva con los bolsillos vacíos y pensando que la ciudad iba a meter dinero en las arcas del club. Craso error.
Ahora queda esperar que en principio sea cierto lo de los nuevos inversores y que ponga sobre la mesa el dinero que el club necesita para evitar su desaparición.
Uno, en estos momentos se acuerda de los grandes gestores. Porque en el mundo del fútbol, no sólo están los Piterman e hindúes que vienen a aprovecharse del sentimiento de los clubes para ganar dinero.
En el mundo del fútbol hay gente capaz de hacer las cosas bien simplemente aplicando el sentido común.
Por eso, más que un nuevo entrenador o jugadores, al Recre en el futuro, lo que le haría falta es un Francisco Rubio, presidente del Numancia. Ese sí que es un claro modelo de gestión que merece digno de ser destacado. De hecho, llevo muchos años haciéndolo. Gastar lo que se ingresa y cumplir las promesas de pago, es suficiente para ganar la credibilidad en una entidad y en una ciudad. Rubio lo ha hecho en los últimos quince años. Hoy en día una ciudad de 40.000 habitantes, tiene un club modélico, una ciudad deportiva en propiedad y una deuda cero.
Mas que entrenadores y jugadores, en el futuro lo que el Recre necesita es a un Francisco Rubio en la presidencia.
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