Despedida

Raúl Agné (Foto: J.L. Tenor)

Ayer Raúl Agné hizo oficial su marcha del club Decano. Cuando llegó lo hizo como un autentico desconocido y sabiendo que no era el preferido de la afición del Recreativo. Con la sombra de Víctor Esparrago presente en el deseo de la afición, tuvo que sobreponerse ante tanto contratiempo y visionar un vestuario en el que dos jugadores lloraban por salir del club. Imagínense un vestuario tocado en el que sólo los veteranos aportarían la ayuda necesaria para salir del pozo donde se encontraba el equipo. Tuvo que soportar Raúl campañas de acoso y derribo, pero con trabajo superó esos contratiempos y supo sacar el rendimiento a una plantilla a la que le temblaban las piernas cuando jugaba en Huelva. Tal vez por eso haya sido fuera del Colombino cuando hemos visto a un Recreativo más asentado.


Raúl no era el elegido y si lo era Víctor Esparrago para los aficionados. Pero la elección no la hizo la afición sino el consejo de administración. Hoy vemos porque así lo dicen los resultados, que la elección fue acertada. Esto me lleva a decir que las mayorías no siempre llevan la razón.

Espero y deseo que al contrario que le montaron la campaña de acoso y derribo Raúl, el nuevo entrenador, Pablo Alfaro, no sienta el acoso de aquellos que aún ganado el Recreativo la Copa de Europa, harán un crítica negativa sobre el éxito. Raúl dijo ayer que si el entorno no se une, el Recreativo lo pasará mal venga quien venga. Y no le faltan razones al técnico albiazul, porque la campaña que el hombre sufrió por parte de dos medios de comunicación fue bestial, rayando incluso los insultos personales.

Se marcha Raúl y lo hace dejando la puerta abierta. Lo cierto es que ha sido un hombre con el que he tenido empatía. A pesar de no ser un cascabel, he valorado mucho su seriedad y compromiso con la entidad.

Me habría gustado verle un año más en el banquillo, pero no soy yo quien ha de tomar las decisiones. Ni una parte ni otra han entendido que lo mejor es la continuidad, por lo tanto desde el respeto para la decisión del club y de Agné, sólo me queda darle las gracias por lo que ha trabajado por el bien del Decano, si bien él ha reconocido que las gracias ha de dárselas él al Recreativo.
Se marcha un buen tipo y lo hace con el billete de vuelta metido en su bolsillo.