Una pancarta del Frente Onuba que compartimos plenamente (Foto: J.L.Tenor)
El mes y sobre todo la última semana antes del comienzo de la temporada, ha
sido de incertidumbre y reflexión para todos. Lo ha sido para dirigentes,
periodistas, jugadores, y sobre todo, para aficionados. Las bajadas de categoría de equipos y la sigla SOS han aparecido como caracoles en verano. La maldita crisis que no
ha sido ajena al fútbol. Esa circunstancia ha hecho de que ya nada sea igual.
Ni tan siquiera la exigencia que debemos tener.
El presidente del Valencia ha puesto cordura en las manifestaciones que ha realizado.
Los valencianistas piden con exigencia un nueve. Amadeo Salvo ha dicho que le gustaría
tener a ese nueve que los aficionados quieren, pero con una deuda de casi 250
millones de euros no se puede permitir traer a un crack. Lógico.
Es el camino a seguir si el fútbol quiere bajar de esa nube que en cualquier
momento le puede estampar contra el suelo. Y si no ha habido más descenso y peticiones
de socorro, ha sido porque Hacienda y Seguridad Social tratan a las SAD con
mimo y esmero. Ya me gustaría a mí a mi empresa ser tratados por estos
organismos como tratan al fútbol.
Lo que quiero decir con esta reflexión de encabezamientos, es que todos pedimos
y pedimos a los dirigentes. Estos deben y tienen que ser claros y decir lo que
ha dicho el presidente del Valencia: no tendremos títulos, pero tampoco más
deudas.
En el Recre, los actuales dirigentes deben hacer lo mismo. Todos
exigiremos, pero hay algo que se llama estabilidad económica que deben mantener
a toda costa. No hay más. Los aficionados pedirán y pedirán, y si se explican
bien las cosas, lo entenderán. La transparencia como eje básico para el entendimiento.