Instante del Frente Onuba en diferentes etapas
El ambiente en el Nuevo Colombino
ha cambiado. Las razones son muchas, si bien la principal es la clasificación
del equipo. Pero si hay una locomotora que tira de los vagones para dar emoción
al coliseo del recreativismo, esa es la grada de animación. Un acierto. Y allí
en ese lugar en el que todos miramos de manera permanente, están los chicos del
Frente Onuba. No es la primara vez que hago una oda a este grupo de jóvenes aficionados.
Bueno, sobre la juventud, algunos ya han pasado la edad para dar esa calificación,
sin embargo siguen como hace 20 años.
El caso de Jairo Suárez y otros
veteranos del Frente que animan como ya lo hacian en el vetusto Colombino de la Isla Chica.
El Frente Onuba no está sólo en
los buenos momentos, sino que ha estado en los momentos de declive.
Chicos que hacen de sus cánticos una
orquesta sinfónica que contagia al más frío de la grada. El recuerdo de mi infancia
cuando acudía a la zona de fondo numerado, era el canto incesante de unos chicos
que fueron tal vez los padres de los competentes del Frente Onuba de hoy. Esa
zona que siempre delimitó el gol norte con tribuna y hoy con fondo numerado, fue
y es el eje por el que gira todo el ambiente que se extiende por el Colombino.
Hoy es un día en el que el cuerpo
me ha pedido hacer una nueva oda para estos chicos que dejan sus gargantas en
cada partido.
Han sido muchas las escenas,
tifos y pancartas que he leído del Frente Onuba. Me quedo sin duda con una que
sacaron en el Sánchez Pizguán. Cuando entraron cinco minutos después de un partido
Sevilla-Recre, los Biris comenzaron sus insultos contra el Frente Onuba. Pero
la sorpresa y emoción llegaba cuando sacaron una pancarta que decía: Hoy no hay
colores, Antonio Puerta descansa en paz. Ánimos sevillistas.
Con esa pancarta, los 45.000 asistente
dieron una atronadora ovación al F/O. Incluso los Biris.