Pablo Comas y Víctor Hugo Mesa en el palco de Los Pajaritos (Foto: J.L.Tenor)
Cuando hace un mes y medio se presentaba la apertura de
la ampliación de capital del Real Club Recreativo de Huelva SAD, sólo hacía
falta tener un mínimo conocimiento de la ciudad y de su tejido empresarial,
para saber que la recaudación no llegaría ni para un desayuno. Así ha sido en
la primera fase.
De ahí que mi primera pregunta hacia Pablo Comas fue la siguiente:
¿Y si no se cubre la ampliación o parte de ella, qué
pasaría?
Comas, contestó que Gildoy España pondría el millón y
medio de euros encima de la mesa. Eso fue hace un mes y medio. Un mes y medio
después, la respuesta es la misma.
Cuando llegue el día 30 de junio y se acabe el plazo para
la subscrición de acciones, otra vez entraremos en la misma historia que hace
dos años: nadie de Huelva dará el paso al frente.
Una ampliación de capital es una
operación financiera encaminada a incrementar los recursos propios de una
sociedad con objeto de poder financiar nuevas inversiones o pagar compromisos
con empleados o proveedores. Es decir, a falta de dinero, ampliación de capital
Las empresas amplían capital a
través de tres sistemas, si bien en el caso del Recre y por la necesidad de
meter dinero en la cuenta corriente, la idea fue la de emitir acciones nuevas y
aumentando el valor nominal de las acciones ya existentes.
Por tanto, el Recreativo al ampliar su capital, según el primer sistema, aumenta
el número de acciones en circulación, lo que hace que disminuya el valor
contable de cada título (la empresa vale lo mismo pero se divide entre más
títulos). Este hecho es más que improbable que ocurra, porque como digo, ni
para un café.
Lo que ocurrirá al final que Gildoy España será aún más dueño del Recre de lo
que es ahora. Pero la ampliación está ahí hasta el 30 de junio. Luego no valen lamentaciones.
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