Gracias por venir

Lucas Alcaraz en el partido ante el Real Betis

Este Recre se gusta. Este equipo sabe que es lo que hay que hacer en cada momento de cada partido. Cada jugador tiene el libro de instrucciones que ha firmado Lucas Alcaraz en su aplicación continua. Ante el Real Betis dio otra lección de cómo hay que jugar al fútbol con jugadores cuyas virtudes no son para pensar en que dejarán en el club una importante cantidad de dinero. Los jugadores del Recreativo, salvo Morris y Colunga, no son estrellas, no son jugadores vendibles con muchos ceros en el talonario. ¿Cuantas veces hemos oído decir que Barber, Aitor, Iago, Arzo, Poli, Casado o el mismísimo Javi Fuego, eran jugadores de Segunda División? Pues ha llegado un entrenador que incluso está haciendo que jueguen bien al fútbol.
Ayer el decano estuvo tácticamente perfecto. No se cometieron errores de ningún tipo. Cada jugador tenía la idea clara de lo que hacer en cada momento con balón y sin balón. Aquí hay un entrenador que ha sabido asumir el papel, el difícil papel de sacar al Recreativo de los puestos de descenso y colocarlo a seis de la tercera plaza por la cola. No es una situación definitiva, pero al menos Lucas Alcaraz ha sembrado en la afición destellos de optimismo. El recreativismo ahora confía en su equipo porque está dando buena prueba de su capacidad de reacción. La plantilla podrá ser juzgada de cero a diez en cuanto a detalles técnicos de cada jugador. Todo eso es respetable. Algunos tendrán más virtudes que otros, pero desde luego lo que nadie puede cuestionar es el compromiso de cada jugador. No hay no un solo futbolista que se esconda. Todos dan la cara al cien por cien. Incluso los llamados generales como Colunga o Sisi sudan la camiseta como el más combativo de los jugadores de la plantilla.
Queda un largo camino por delante antes de lograr la permanencia, pero si la honradez que estoy viendo en esta plantilla sigue por esa línea, este Recreativo llegará al mes de mayo con la tranquilidad propia que otorga la ventaja de puntos.
En el partido de ayer sin ir más lejos, Adrián Colunga no destacó por sus filigranas o sus destellos de calidad, ayer brillo porque hizo de Raúl Molina. En tres ocasiones le vimos bajar a defender esprintando de manera alternativa en busca del balón que llegaba al área del decano. Son los detellas que pasan desapercibidos por el ojo del aficionado, los que recojo para sentirme con más confianza de la que ya he expresado en los últimos meses. Y es que hay una plantilla comprometida y un entrenador hecho a la medida de lo que el Recre necesita. Gracias por venir.