Artículos de Paco Morán

lunes, 9 de marzo de 2009

Nos falló el guión


Borja, Javi Fuego, Aitor y Marcos pungan pon un balón
Es fácil dar por ganado un partido antes de jugarlo. Lo hacen los presidentes, los aficionados, la prensa…En definitiva, las personas que no estamos en el césped. Seguro que coincidirán conmigo en que antes del partido ante el Real Valladolid todos dábamos por hecho que el Recreativo ganaría ese compromiso para asentarse en la zona tranquila de la tabla. Yo lo intuí y caminé al Colombino convencido de que el Recreativo ganaría. Tal vez usted pensó lo mismo, pero al final lo previsible no salió como habíamos escrito en el guión de nuestro deseo. Tal vez llevado por la euforia de Málaga o por el buen momento del equipo. Sea lo que fuere, lo cierto es que nuestros deseos acabaron en el pozo de la realidad que marcó el choque.
Un partido que no encaró bien el Recreativo desde el primer instante. Se atascó el desarrollo del juego y Mendilibar supo romper la fluidez del juego albiazul emparejando la superioridad numérica que en otros partidos había manifestado el Recre. Cuando todos pensábamos que Fabian Canobbio iba a ser el segundo punta, el técnico del Real Valladolid sorprendió dando entrada al holandés Haris, un hombre que es más generoso a la hora de trabajar que el uruguayo. Ahí se emparejaron las fuerzas en medio campo y el Recre nunca encontró a sus referencias de ataque, Camuñas y Colunga, quienes no participaron hasta el minuto veinticinco de juego. Esta incidencia dio superioridad al Real Valladolid, que sabia que la falta llegaría y el córner avanzaría en su esperanza de ganar. Y es que cuando se tiene a un jugador como Pedro León que le pega con tanta fiabilidad al balón, hasta María Antonia Iglesias, la médium de Posterguei, el bombero torero, Torrebruno, o la pequeña de Gran Hermano, podrían rematar un córner o una falta. Pedro León hace el 70% de los goles del Real Valladolid con su toque de balón majestuoso. Y en el lado opuesto, el Recre podía estar dos días lanzando córner que no haría gol. Y no por la falta de rematadores de cabeza, que también, sino porque no tiene un buen lanzador de falta y córner.
El raro partido de ayer incluso lo pudo empatar el Recreativo merced al impulso de los últimos minutos cuando la superioridad numérica hizo a los de Pucela arrodillarse para rezar ante la oleada de ataques deslavazados del Decano. Un punto era la vida tal y como se había desarrollado la jornada, pero está visto que cuando hay que romper precintos defensivos el Recreativo lo pasa muy mal. Los partidos en la lejanía suponen un plus mayor en el ranking de las apuestas para ganar. Y no por la presión ambiental, sino porque los rivales no se atrincheran y los espacios son más amplios para aprovechar la velocidad de los dos delanteros.

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