Artículos de Paco Morán

jueves, 30 de abril de 2009

Lágrimas

Jesús Vázquez durante un calentamiento
Hay veces que es sumamente complicado discernir entre lo real y lo ficticio. Las lágrimas de jugadores y entrenadores en las despedidas son habituales, pero créanme que no sé cuando son verdaderas y cuando son falsas.
Ayer no se despedía Jesús Vázquez de la afición del Recre, pero si dejó una pequeña dosis de lágrimas al ser preguntado por las críticas que había recibido últimamente por parte de la prensa y la afición. El hombre entendió que habláramos mal de su momento, porque nadie inventa que no atraviesa por su mejor estado de juego. Tanto un gran número de aficionados como gran parte de la prensa hemos dicho que no estaba para jugar. Él así lo ha entendido y siempre ha respetado las opiniones de todos, sobre todo cuando no ha habido insulto sino un análisis que se escribe bajo el eje básico de un estado de forma. Incluso él reconoce que no es el jugador que nos deslumbró a todos. La afición en general y la prensa en particular ha coincidido en calificar su momento como de pasajero, lo que hace que el futbolista haya respetado a todos. Nunca ha mediado un insulto hacia él, porque entre otro orden de cosas este no es de los futbolistas que se esconden.
Pero el punto de sensibilidad de Jesús Vázquez es tal alto que incluso parece percibir la rotación de la tierra. Démosle lo mejor y que lo mejor sea que vuelva a ser el jugador que fue, algo que a día de hoy está muy lejos de lograrlo, puede que en Pamplona sea la ascensión.
Desde luego Jesús no son de los que no se implican, el problema de Jesús Vázquez es que tal vez al ser un jugador que basa su futbol en la potencia física, y al no estar a un buen nivel físico, su fútbol es pobre. Pero al menos tiene voluntad. Esto es perdonable. Lo que ya no es perdonable son aquellos jugadores que son denominados pasotas. Esos que le da igual que el club se hundan porque a ellos les trae al pairo. El caso de Beto es el más fragrante. Tres años en Huelva y no ha jugado ni un 20% de lo que podía haberlo hecho. Que ha tenido lesiones si, pero también las ha tenido mentales y ahí radica su problema. Un problema que se traduce en la falta de compromiso. Son de esos futbolistas que no interesan a un club. Que duda cabe que es un lujo verlo sobre el terreno de juego, pero su poca rentabilidad le hace que esté en el punto de mira de los dirigentes para buscarle una salida. No será fácil, pero Beto no interesa al Recreativo. Hay jugadores que son capaces de jugar con fractura de tibia y peroné, como Barber, Iago, Aitor, Jesús Vázquez, Arzo, Camuñas. Colunga…y otros futbolista como es el caso de Beto, que por un simple resfriado se quita de en medio.

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