Iago Bouzón en plena acción
Ersen Martin descansandoNo siempre la afición lleva la razón. Siguiendo con el análisis del pasado partido, uno tiene visionada escenas que sólo podría describir llamando a un psicólogo o tal vez a un psiquiatra. La masa es vulnerable. La persona solitaria es habitualmente sensata. Si con lo que voy a decir no me dan la razón, es que yo tengo otro concepto de la vida. Si con lo que voy a exponer, no logro convencerle, habré fracasado en mi intento. El sábado cuando salió Iago Bouzón del vestuario fue recriminado por los quince aficionados que esperaron la salida de los damnificados. Sin embargo cuando Ersen Martin salió a calentar recibió el aplauso de la grada ¡Qué injustos!
Esto me lleva a decir con pruebas que la afición da licencia para que el turco se fuera de discoteca a Sevilla antes de un partido. La afición tolera que un jugador, en teoría profesional como Ersen Martin, juegue partidos en la playa considerando que él no juega en el Recreativo sino en La Orden. La afición tolera que el turco se haya quitado de en medio cuando han llegado los compromisos importantes. La afición tolera a un jugador que ha venido a llevarse el dinero sin aportar nada. Pues miren lo que son las cosas, ustedes han aplaudido ese comportamiento. Porque no sé que meritos ha hecho Ersen Martin que merezca su aplauso. Podrán decir alguno que él nunca aplaudió a Ersen Martin cuando salió a calentar, pero yo he oído una gran ovación en el Colombino.
Sin embargo, un jugador honrado como Iago Bouzón recibe el premio de la bronca. El gallego podrá tener sus limitaciones, que las tienes, pero en honradez nadie le gana.
Por eso digo con rotundidad que tan sólo un psiquiatra me podría explicar ese comportamiento. Y si no vamos a los foros, aunque esto no me merece ninguna credibilidad porque son gente que se oculta tras sinónimos, la situación no es de psiquiatra, sino de parasicología. No es normal que a un golfo como ha demostrado ser Ersen Martin, tenga a la gente pidiendo su renovación. Vuelvo a insistir que los que manejamos información, datos y contacto con la gente del fútbol, tenemos, no más conocimiento que la masa, pero si más información que nos permite estar mucho más cerca de la razón.
No se obsesionen con personas cuando se trata de buscar responsabilidades en éxitos o fracasos. En el fútbol no hay una situación solitaria que da o quita triunfos o frustraciones. Las circunstancias son mucho más amplias de lo que la pasión interior genera.
Esto me lleva a decir con pruebas que la afición da licencia para que el turco se fuera de discoteca a Sevilla antes de un partido. La afición tolera que un jugador, en teoría profesional como Ersen Martin, juegue partidos en la playa considerando que él no juega en el Recreativo sino en La Orden. La afición tolera que el turco se haya quitado de en medio cuando han llegado los compromisos importantes. La afición tolera a un jugador que ha venido a llevarse el dinero sin aportar nada. Pues miren lo que son las cosas, ustedes han aplaudido ese comportamiento. Porque no sé que meritos ha hecho Ersen Martin que merezca su aplauso. Podrán decir alguno que él nunca aplaudió a Ersen Martin cuando salió a calentar, pero yo he oído una gran ovación en el Colombino.
Sin embargo, un jugador honrado como Iago Bouzón recibe el premio de la bronca. El gallego podrá tener sus limitaciones, que las tienes, pero en honradez nadie le gana.
Por eso digo con rotundidad que tan sólo un psiquiatra me podría explicar ese comportamiento. Y si no vamos a los foros, aunque esto no me merece ninguna credibilidad porque son gente que se oculta tras sinónimos, la situación no es de psiquiatra, sino de parasicología. No es normal que a un golfo como ha demostrado ser Ersen Martin, tenga a la gente pidiendo su renovación. Vuelvo a insistir que los que manejamos información, datos y contacto con la gente del fútbol, tenemos, no más conocimiento que la masa, pero si más información que nos permite estar mucho más cerca de la razón.
No se obsesionen con personas cuando se trata de buscar responsabilidades en éxitos o fracasos. En el fútbol no hay una situación solitaria que da o quita triunfos o frustraciones. Las circunstancias son mucho más amplias de lo que la pasión interior genera.
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