Se marcha César, un gran profesional

César en una rueda de prensa sobre las III Jornadas de Medicina del Deporte

Se marcha la temporada y se marcha César Miguel Quesada de la Gala. El ex portero del Recre y médico de la entidad en los últimos siete años dice, adiós. Se va por la puerta grande, sin hacer ruido y con un currículum inmaculado. Su marcha no ha podido ser frenada por el consejo de administración, pero hay que entender que cuando uno antepone la familia a su labor en el club hay que concebirlo y aceptar esa dimisión.
Se va este caballero del fútbol que ha tenido un comportamiento adecuado y como marca los cánones del civismo y la educación. Se marcha un hombre con profundos conocimientos y con una dedicación que iba más allá de lo meramente médico.
Entiendo que no a todo hombre o mujer que pasé por el club haya que darle una medalla de oro y brillantes, pero creo que César debería tener un reconocimiento, desconociendo en que términos se le podría dar un homenaje en forma de detalle. El consejo debería hacer algo para reconocer su labor, si bien las puertas del Recreativo le han abierto a César otras muchas puertas.
Lo importante que las dos partes han salido contentas y los halagos han sido mutuos. Estos caballeros son los que merece la pena alabar, y tras una temporada aciaga donde muchos no han cumplido el régimen interno del club, los jugadores como César siempre fueron ejemplos a seguir. Jamás me llegó una filtración sobre su comportamiento negativo fuera del campo. Jamás se le vio a César a altas horas de la madrugada tomando una copa. Nunca hubo una sanción para César cuando estuvo como deportista. Son de esos jugadores con currículum intachable los sirven de ejemplo para los jugadores indisciplinados. Mi oda hoy va para él en su despedida porque los buenos y los malos o los disciplinado e indisciplinados merecen las 28 letras del abecedario pero en diferente combinación.
Y en el polo opuesto utilizo las 28 letras pero combinarlas de diferentes formas para decir que los indisciplinados recibirán el castigo de tener que viajar en autobús desde Gijón a Huelva. Pero lo malo es que en ese autobús no solo van los Maidana, Ersen Martin o Nayar. En ese autobús también viajan los jugadores honrados que pagarán el pato de los denominados paperos. Papero, es una acepción que podemos utilizar para definir a toda persona que abusa del alcohol en las madrugadas de Huelva, fundamentalmente jugador de fútbol. Ha habido algunos paperos y a esos, el club le gustaría tener entrenando hasta el 30 de junio, aunque no haya liga, algo que me temo no podrá ser porque tienen derecho a tomar sus 30 días de vacaciones y por ahí se van a librar.