Artículos de Paco Morán

lunes, 16 de febrero de 2015

Gracias Conquero









En la radio, al contrario que en la televisión, una imagen no vale más que mil palabras. Pero si se pueden poner imágenes a las palabras. Por eso, quiero poneros en la cola de este editorial, la narración de los dos últimos minutos de la semifinal que CB Conquero jugó contra Girona.
Han sido de los mejores momentos que he vivido narrando un evento deportivo. Ha superado incluso aquel instante en el que el Recre llegaba al Martínez Valero para jugar la final de la Copa del Rey en 2013, siendo recibido por más de 5.000 aficionados en la explanada del estadio.
La emoción, es un sentimiento que puede formar parte de varios momentos en la vida del ser humano. Y esto no se produce por generación espontanea, sino que algo debe provocar una lágrima, un escalofrió por la espalda, un llanto…En definitiva, emocionarse por algo.
Y si uno se ha emocionado en este fin de semana, fue por muchos factores que ‘acompañaronme’, como diría el asturiano.

Primero porque fue un privilegio que el baloncesto me diera la oportunidad de estar en el núcleo del evento. El fútbol debería aprender de este deporte en cuanto a organización y facilidad a los medios. A parte de los 150 euros que me cuesta narrar cada partido del Recre, muchas veces cubrir la información a ras de césped en los estadios de Segunda, es más difícil que entrar en el despacho del dictador coreano, Kim Jong.

En esta final de la Copa de la Reina, aparte de no exigirnos ni un euro a las emisoras de radio, todo han sido facilidades.
Porque cuando uno puede estar con un micrófono a tan solo medio metro de un entrenador y vive lo que vive, uno debe ser de hielo para no emocionarse.
Gaby Carrasco me emocionó por su forma de enfatizar lo que quería decir en cada tiempo muerto. Porque lo vive. Porque nos dejó a los oyentes de la radio y a sus jugadoras, frases para enmarcar. Podrían parecer freses simple, pero tenían mucha profundidad en el cómo las decía y cuándo las decía. Quiero ensalzarlas.
‘Estamos en esta final y no porque nos hayan invitado, sino porque hemos pagado nuestro precio para estar aquí’. Sublime.
Fueron muchas en estos dos partidos. Pero la de ayer cuando el equipo iba ganando de siete puntos, dijo Gaby: ‘Para ganar esta final hay que tener muy poca vergüenza’. Grandilocuente.
Y uno quiere dar las gracias a la facilidad dado por la organización. Si. Porque pude estar cerca para contar a los oyentes que una jugadora llegó incluso a vomitar en el banquillo cuando su cuerpo le decía que no podía más, mientras su mente quería más.
Y uno tenía que emocionarse porque toda una subcampeona del mundo como Licila Pacua, lloraba desconsolada por no haber ganado la final. Y como una tras otra no paraban se secar sus lagrimas.
Pero esto no queda aquí, dado que lo mejor está por venir. Queda un play-off por el título que en condiciones normales Conquero jugará.
El baloncesto está en deuda con este equipo. Ganar la liga, ¿es una utopía?
Ya se puede esperar todo de este equipo aunque otros tripliquen su presupuesto.

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