Álvaro

Reportaje fotográfico de Álvaro (J. L. Tenor)

Se acabó la liga. Y casi estamos en los últimos editoriales del año deportivo. Y porque me lo pide el sentimiento estas palabras están encadenadas por una emoción. Acabó el campeonato y lo hizo aportando un detalle que nos da un plus de felicidad a esta emisora y en particular a mí. El sábado hicimos feliz a un niño de diez años. Un niño que con problemas de enfermedad, pudo vivir un sueño, muchos sueños. La vida le ha tratado mal, muy mal, porque no es justo que a su edad haya hecho tantas visitas a un quirófano.

Álvaro, un niño de luz que pudo vivir con la camiseta del club Decano el primer partido en vivo de su equipo. A 640 kilómetros de una ciudad, Huelva, que ni tan siquiera conoce.

Y lo curioso es que este niño no es de Huelva, ni lo son sus familiares, ni en su entorno hay vinculación con el Recreativo. Pero este niño madrileño y sin saber porqué, es del Recre hasta la médula.

Todo partió a través de un correo electrónico que su madre envió a Antena Huelva. Ella expuso el deseo de su hijo y desde la radio nos pusimos mano a la obra para que ese día fuese inolvidable para él. Con la colaboración del Recreativo pude contar con la camiseta oficial para que Álvaro pudiera enfundarse de un sentimiento. Fotos con sus ídolos, miradas de emoción, absorción de alegría…Álvaro fue feliz por un día y a través del recuerdo volverá a vivir los mejores momentos al lado de su equipo.

Nada nos hizo más feliz que estar ayudando a ese niño para que viese su sueño cumplido. Porque a Álvaro le espera tal vez una cercana operación y una vida incomoda. El Recreativo, tan antiguo como fiel ejemplo de un sentimiento. Hasta Madrid e impregnado en la piel de un niño, Álvaro fue fiel ejemplo para los niños onubense que cambian el azul y el blanco por el blaugrana o el blanco total.

Un sábado que ponía el precinto a una liga y la mejor escena fue la ver a un niño solitario en la grada gritando Recre, Recre, Recre…En definitiva, Álvaro me pareció un niño de luz vestido de azul y blanco.

En 20 años detrás del Recreativo ni una sola escena fue superior a la que viví al lado de Álvaro.