Galería fotográfica del Alcorcón-Recre (Fotos: J.L.Tenor)
Contundente fue la derrota ante el Alcorcón por 3-0, pero
demasiado severa para lo que había ocurrido. El que no viera el partido hablaría
de caos, pero los que estuvimos en Santo Domingo, podemos decir que el castigo fue
demasiado duro.
Estos hombres se entregan y la profesionalidad de la plantilla
está fuera de toda duda. Lo he repetido cientos de veces
A partir de ahí cabe analizar la derrota como lo haremos
en apenas media hora en la tertulia de Canal Luz TV. El partido fue condicionado
por la expulsión justa de Ezequiel. El jugador perdió la noción de lo correcto
y se le fue la olla. Un manotazo en la cara de un rival tras una jugada en la
que ya iba caliente. Con un jugador menos el equipo lo intentó todo.
Y hubo una jugada en la que Nagore debió ver una
cartulina amarilla y se fue de rositas porque era la segunda. Y queda la gran
duda del gol de Álvaro Antón. Las imágenes dicen que el gol debió subir al
marcador; no lo hizo.
Con estas circunstancias adversas, el equipo tuvo sus
opciones en la segunda parte, periodo en el que salió muy enchufado y pudo
empatar tras el trallazo de Montoro que detuvo milagrosamente Dani Jiménez.
Pasar página para olvidar el accidentado partido es lo
que toca. En el fútbol cuando un equipo pierde los aficionados le ven descendido
y cuando gana lo ven ascendido. Todo con equilibrio ha de medirse.
Lo cierto es que la plantilla tras la marcha de Alexander
necesita al menos un delantero más. A ser posible dos. La economía es la que es
y las dificultades son múltiples para encontrar a ese jugador deseado. Restan
apenas unas horas y en el consejo mueven piezas para ver cuál es el elegido o
que elegido decide jugar en el Recre y no en otro club.