Pablo Comas, presidente del Recre (Foto: J.L.Tenor)
Sergi en plena efervescencia (Foto: J.L.Tenor)
Jugadores celebran el gol de la remontada ante el Lugo (Foto: J.L.Tenor)
La afición del Recre celebra un gol (Foto: J.L.Tenor)
Las excusas se han acabado. La
semana será muy larga, porque largo es el camino cuando hay ansias por llegar. Hay
ganas de que llegue el domingo. El objetivo es meter a 10.000 personas en el
Colombino.
En la ciudad no se habla de otra
cosa que del partido ante el Lugo y el del próximo domingo ante el Real Mallorca.
El empate ente el equipo gallego ha servido para que el equipo se haya ganado a
la afición. Ha costado romper el desapego que ha venido marcando la separación
de la afición con el equipo. Las entradas ridículas de la pasada temporada de
3.000 personas en un estadio para 20.400, denotaba que la distancia entre
equipo y afición, no dejara momentos apasionados en el recito recreativista.
Esto se ha acabado. Entre que la
clasificación es la que es y el equipo que tiene alma, este año no podemos
desaprovechar esta situación.
Los jugadores ya han demostrado
la piña que hay en el vestuario. En el terreno de juego se dejan el corazón. De
otro lado, el técnico ha dado un giro de muchos grados para ser un entrenador
que entiende que para jugar en Segunda y ganar, el corazón es mucho más
importante que el toque de distinción, que también. El consejo forja cosas para
llevar más gente al estadio y le da al técnico lo que pida en función de sus cálculos
económicos.
Y por ultimo, dejo a una afición
que sabe que su participación es vital si se quiere sostener al equipo en zona
alta. No es un tópico decir que si el equipo empató el sábado fue por la afición.
Esto es una realidad que incluso el técnico valoró. Dudo de haber empatado, si
la afición al descanso despide al equipo con pitos. Pero como ya escribí ayer,
ésta afición valora cuando un jugador se deja el alma en el terreno de juego aunque
pierda. Esto ha sido así desde la primera jornada del campeonato.
El domingo deben entrar 10.000
personas en el Colombino. Y lo deben hacer con alguna señal azul y blanca que conceda
colorido a la mañana. El partido se verá por televisión. Bueno sería que en
España entiendan que hay una afición que está volcada con su equipo. Una
bufanda, una camiseta, un globo, un pañuelo…En definitiva, que la grada tenga
una gama cromática que sirva para vivir una nueva emoción.