Sin Llorente

Una imagen del Atletic-Recreativo

El pasado lunes en la tertulia de Antena Huelva Radio, Nicolás Sainz decía que no deseba nada malo a Fernando Llorente, la máxima figura del Atletic de Bilbao. El hombre pronosticó su deseo con la única intención de bonificar al Recreativo de cara al partido de San Mamés. Pues mire usted por donde, ayer en el España-Inglaterra, el delantero centro del Atletic sufrió un tirón tras el gol marcado. No es grave su lesión, pero al menos el domingo no estará disponible para Joaquín Caparrós. Es un jugador importante y su ausencia es un alivio para los intereses del Recre.
Es otro de esos partidos de nuestra liga el que afronta el decano en la catedral del fútbol español. Verán el partido a través de los únicos ojos de mi voz, porque el partido no llegará a Huelva a través de la pequeña pantalla a no ser que usted haga una rocambolesca búsqueda por la red y los operadores que ofrecen Gol TV.
Lucas ya advierte que hay que evitar a toda costa las faltas laterales, porque aún con la ausencia de Llorente, el Atletic posee un importante potencial aéreo. El equipo puede ser el de lujo, dado que Alcaraz puede contar con todos los buenos. Y un lujo sería ganar para quedarse a tan solo dos puntos del cuadro de Caparrós y la ventaja que siempre supone ganar el golavarage.
Los dos equipos más viejos de España juegan por tercera vez en esta temporada con la ventaja momentánea del decano en cuanto a resultados.
Dos equipos en buen momento y con entrenadores con vínculos recreativistas. Dos entrenadores con similares órdenes de trabajo que saben sacar el máximo partido a cada jugador. Un Caparrós que no tardara en volver a entrenar al Recreativo como ya tantas veces he pronosticado. Su final a buen seguro será como su principio, ser entrenador del Recreativo.
Entrenadores que buscan lo mismo, la permanencia en Primera con unas plantillas limitada que no sabría yo decir si otros entrenadores serían capaces de sacar productividad. Un partido el del domingo y dos hombres en los banquillos a los que proceso un agudizado sentido de la admiración y respeto por lo que hace uno e hizo otro por nuestro club. Hombres honrados en su trabajo que tienen el privilegio, uno de ellos, de haber entrenado a los dos equipos más antiguos de España y otro jugar una final de Copa del Rey con el equipo más antiguo de España.