Juan Carlos Oliva y Lucas Alcaraz No hay fórmulas mágicas para hacer que un club modesto camine por senderos abonados a la gloria. Todo signo se traduce en sufrimiento.
Es sumamente difícil ganar partidos en la mejor liga del mundo por mucho que nos empeñemos en señalar con el dedo acusador a un presidente que no ficha a jugadores caros o a un entrenador que no pone a los jugadores que a algún aficionado le gustaría ver sobre el terreno de juego. Cuando no se gana se suele decir que el técnico se ha equivocado. Nadie mejor que él para saber a quien tiene que poner en todo momento. Tal vez la no acertada participación de Jesús Vázquez en el partido ante el Almería vuelva a abrir el debate de porqué se cambia lo que funciona. Si el trivote Barber, Javi Fuego y Aitor estaba funcionado, ¿por qué se ha cambiado? Yo también formulo esa pregunta, pero hablando conmigo mismo llego a la conclusión de que si Lucas lo ha hecho es porque tiene más información que yo para hacerlo.
De todos modos, todo partido es diferente, y el del domingo fue muy distinto al de Bilbao donde reaparecía Jesús Vázquez y cuajó una buena actuación.
Otra de las preguntas que aparece en el ambiente es la de la no presencia de Casado. Para mí sería el lateral izquierdo fijo en el once, pero vuelvo a decir que tras el fiasco que protagonizó ante el Atlético de Madrid, tal vez el entrenador vuelva a tener más información que nosotros para no alinearle.
La opinión se ramifica en función de los resultados y de ahí que la discrepancia sea mayor cuando el equipo no gana.
Sea como sea y con los jugadores que sea, cada vez entiendo más la dificultad que hay en esta categoría para ganar partidos. Y ojo con lo que se avecina, porque los partidos cada vez tienen más trascendencia. Los puntos parecen duplicar su valor ante llegada de la meta final. Y no quiero decir nada cuando los partidos se ganen en los despachos, algo que no tardará en llegar.
El Recreativo debe seguir en esa línea y la afición debe seguir respondiendo en esta carrera de fondo a la que probablemente lleguemos con la lengua fuera. Y vuelvo a insistir que es el signo de un equipo que vive en una ciudad de 145.000 habitantes y con nulo apoyo empresarial. El Recreativo será muy difícil que juegue algún día por los puestos de arriba. La historia marca las trayectorias de los clubes modestos y, tras más de 80 años de liga, si metemos al decano en el paquete de clubes de su índole, ni tan siquiera estaría en Primera. Tan sólo el Numancia junto con el decano haya batido el record que por condiciones externas que les rodean se podrían considerar clubes privilegiado por jugar en la mejor liga del mundo. El Recreativo podrá seguir estando entre los elegidos, pero mentalícese que será sufriendo temporada tras temporada.
Es sumamente difícil ganar partidos en la mejor liga del mundo por mucho que nos empeñemos en señalar con el dedo acusador a un presidente que no ficha a jugadores caros o a un entrenador que no pone a los jugadores que a algún aficionado le gustaría ver sobre el terreno de juego. Cuando no se gana se suele decir que el técnico se ha equivocado. Nadie mejor que él para saber a quien tiene que poner en todo momento. Tal vez la no acertada participación de Jesús Vázquez en el partido ante el Almería vuelva a abrir el debate de porqué se cambia lo que funciona. Si el trivote Barber, Javi Fuego y Aitor estaba funcionado, ¿por qué se ha cambiado? Yo también formulo esa pregunta, pero hablando conmigo mismo llego a la conclusión de que si Lucas lo ha hecho es porque tiene más información que yo para hacerlo.
De todos modos, todo partido es diferente, y el del domingo fue muy distinto al de Bilbao donde reaparecía Jesús Vázquez y cuajó una buena actuación.
Otra de las preguntas que aparece en el ambiente es la de la no presencia de Casado. Para mí sería el lateral izquierdo fijo en el once, pero vuelvo a decir que tras el fiasco que protagonizó ante el Atlético de Madrid, tal vez el entrenador vuelva a tener más información que nosotros para no alinearle.
La opinión se ramifica en función de los resultados y de ahí que la discrepancia sea mayor cuando el equipo no gana.
Sea como sea y con los jugadores que sea, cada vez entiendo más la dificultad que hay en esta categoría para ganar partidos. Y ojo con lo que se avecina, porque los partidos cada vez tienen más trascendencia. Los puntos parecen duplicar su valor ante llegada de la meta final. Y no quiero decir nada cuando los partidos se ganen en los despachos, algo que no tardará en llegar.
El Recreativo debe seguir en esa línea y la afición debe seguir respondiendo en esta carrera de fondo a la que probablemente lleguemos con la lengua fuera. Y vuelvo a insistir que es el signo de un equipo que vive en una ciudad de 145.000 habitantes y con nulo apoyo empresarial. El Recreativo será muy difícil que juegue algún día por los puestos de arriba. La historia marca las trayectorias de los clubes modestos y, tras más de 80 años de liga, si metemos al decano en el paquete de clubes de su índole, ni tan siquiera estaría en Primera. Tan sólo el Numancia junto con el decano haya batido el record que por condiciones externas que les rodean se podrían considerar clubes privilegiado por jugar en la mejor liga del mundo. El Recreativo podrá seguir estando entre los elegidos, pero mentalícese que será sufriendo temporada tras temporada.
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