Artículos de Paco Morán

martes, 30 de noviembre de 2010

Repaso


Hoy me van a permitir salirme de Huelva para ubicar este editorial en Cataluña, porque desde allí han salido las noticias buenas en este fin de semana, si como tal, largo fin de semana, también incluimos el lunes. Tras el derrumbe electoral de algunos, la fiesta ha continuado para los que amamos el fútbol y coincidimos en calificar al balón como la joya más preciada de este deporte. Porque al final el balón y su trato dejan a cada uno en su sitio, quien mejor lo mime acabará triunfado. Hay que tratar a la pelota como ha de tratarse a una bella dama, bella o menos bella, quiero decir como hay que tratar a una mujer en general, con delicadeza.
Eso es lo que hace e hizo el Barça ayer ante el Real Madrid. No fue el triunfo del Barça, fue la gran victoria del fútbol sobre el antifútbol, o la gran victoria de la cantera sobre las grandes inversiones en fichajes.
Una metodología de trabajo que con los años ha dado sus frutos. Ayer el Barça jugó con ocho canteranos, mientras el Real Madrid jugó con ocho extranjeros.
Y podemos hablar de humillación. Pero no por el 5-0, sino porque el cómo fue más importante que el punto final. Es un lujo para la vista ver como un equipo es capaz de salir de la presión con un toque. La razón es bien fácil: hay calidad y movimientos de desmarque. Y si a ello unimos que el Real Madrid hizo la presión sin esprintar, pues ahí acaba la razón del porqué el Barça le bailó al Real Madrid con un 78% de porcentaje de posesión.
Ayer Mouriño no fue fiel a su estilo porque habría cantado mucho. Fue fiel al estilo del Real Madrid y así le fue. Estoy convencido de que si este partido se volviera a jugar, el autobús estaría colgado en el larguero de Valdés.
Ya no hay duda en calificar al Barçá como el mejor equipo del mundo. Y hay varias razones por las que caminaríamos para llegar a la conclusión final.
Si bien lo que más admiro del Barça es el poder de sacrificio que todos hacen por recuperar el balón de manera inminente a una perdida. Messí no es un recuperador de balones, ni Xavi, ni Villa , ni Iniesta... Pues estos recuperan más balones que jugadores del perfil de Albelda, Diarrá, Makelele…En definitiva, es querer para poder.
Ayer no ganó el Barça, sino que ganó el fútbol y la apuesta por la cantera. Este es el modelo a seguir por los clubes de todo el mundo. Si se elige este camino no habrá que pagar cantidades insultantes a jugadores que al final tienen el mismo nivel que el que se ha criado en casa. Que como el pasado, lleguen muchos fines de semanas. Espero que el día 27 de mayo de 2011 pueda escribir un editorial en estos términos.

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