Francisco Mendoza y Acuña en la ciudad deportiva (foto: J.L. Tenor)
Hay que dar a cada cual lo suyo y repartir los méritos según cada cual haya actuado. Cierto es que lo importante es vivir ahora en una paz social por la sencilla razón de que la palota haya entrado. Siempre hemos dicho que la pelota hace bueno o malo a los entrenadores y presidentes. Hoy la pelota toca en la red adversaria y la calma total ha llegado al entorno albiazul. Las claves perecen coincidentes, dado que incluso el presidente De la Corte da todo el mérito a Carlos Ríos. Éste tirando de humildad da el mérito a los jugadores, pero resulta que estos jugadores eran los mismos que no hacían goles y eran goleados. Por lo tanto, me mantengo en que todo partió de la decisión de la pareja Dumois-Mendoza cuando decidieron cesar a Pablo Alfaro y a su horrible preparador físico.
Y al ver el resurgir del equipo uno piensa que fue una pena que la pareja Dumois-Mendoza no hubieran aguantado un poco más, pero la presión del entorno era tal que por el bien del club tuvieron que marchar. Ahora y tras la tertulia de ayer en la radio la gente dice que la plantilla no era tan mala y que realmente lo que falló fue el técnico y la preparación física. Incluso recibí dos mensajes de apoyo al cesado secretario técnico, Alfonso Serrano. Esto es inevitable que suceda, pero el tiempo hoy dice, o al menos yo digo que lo que falló fue el técnico y la preparación física. Pero añado que la plantilla me parece normalita para la categoría, que vamos no está entre las mejores ni entre las peores.
Y hablando de Mendoza estoy en disposición de decir que el ex presidente ha perdonado todo lo que el club le debía referente a las obras realizadas por su empresa bajo su mandato. Todo partió desde las obras en los vestuarios del viejo Colombino pasando por las obras en la ciudad deportiva. Con este gesto y todo lo contrario a una persona que ha sufrido lo suyo en el presente año, es digno de alabar la condonación de la deuda.
Creo que en los actos de exaltación del Recreativo, que tendrá lugar la semana que viene, echaré en falta el homenaje al ex presidente y ex consejero delegado Michael Dumois. Ambos han firmado la década más gloriosa del club y han desaparecido sin que a día de hoy nadie le reconozca su labor.
Pero como digo, el fútbol es presente y lo pasado casi desparece de nuestro cerebro. De mío desde luego no porque hay que ser agradecido a quien ha tenido un comportamiento de gestión intachable. Intachable en honradez y en amor a un club.
La deuda generada tal vez haya sido su único lunar negro. Un lunar que se manchó por la ambición de dejar al club en Primera División tras una inversión estéril, algo de lo que no tiene el patrimonio el Recreativo, sino los 42 clubes del algún de fútbol profesional.
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