Desea hacerse el mártir

Colunga cuando sí queria jugar en el Recre (Foto: J.L. Tenor)

No he llagado el verano y Adrián Colunga ya quiere hacerse el pobrecito que fue engañado por todos. Aunque Caamaño sea su abogado defensor, ni el mejor bufet de abogados del mundo podría probar que Colunga no les ha metido la mano en la cartera a los socios del Recreativo.


No soy yo quien tenga que recordar esto a los socios, porque a la afición más antigua de España no va a venir un tipo de 24 años para engañarla. Pero si les digo que vayan acostumbrándose a oír al individuo decir de todo menos usar la palabra perdón.

Su impresionante calidad y la apuesta que hizo el Recre al ficharle están más que justificadas. Siempre me han oído decir que fue el mejor jugador de la plantilla. De eso y de la capacidad de Michael Dumois en las negociaciones se aprovechará el Recreativo para al menos no perder lo que pagó.

No creo que vaya a cerrarse el traspaso en este mes, por mucho que presione el Real Zaragoza. Aquí, o hay billetes del Banco de España encima de la mesa o Adrian entrena en julio con la primera plantilla.

La gran figura del Recreativo, a la sazón, el consejero delegado, hace su juego callado y sin grandes aspavientos. Puede estar tranquila la afición que Dumois sacará el mayor de los beneficios para la entidad. Está Dumois actuando con inteligencia.

Y a todo esto el domingo hay partido. Es que cualquiera que haya escuchado el inicio del editorial pensaría que estamos en el mes de julio. Pues no, aún nos queda por soportar esta larga liga que nos llevará con los calores hasta mediados de junio. Y como la clasificación del Recre es tranquilizadora, pues parece que estamos más interesados en los maletines que en quién jugará el domingo.

Hasta los jugadores hablan de la falta de dinero en el mercado, pero yo sigo insistiendo en que algún club sacará el dinero de donde no lo hay con tal de llegar a la elite.

Este domingo de Rocío dudo que se pueblen las gradas del Colombino. Con una liga donde el Recre ya ha hecho los deberes, pocos estaremos en la invitación que se nos hace.